En el pasado en la zona ecuatorial de África occidental, el nacimiento de jimagüas se recibía con mucha alegría. Sin embargo, en otras regiones este acontecimiento constituía una desgracia. Por ejemplo, entre los arebo de Guinea cuando sucedía un parto gemelar, los dos niños y su madre eran ajusticiados porque se les consideraba como altamente peligrosos para la comunidad. En Unyanyembe, Níger, los bebés y la madre se tiraban al agua por razones similares.

Sin embargo, la mayoría de los yoruba consideran a los gemelos como seres únicos, a los que se halaga y se respeta. En esta cultura se considera que los jimagüas son quienes representan a los orisha Ibeyis. De igual manera, los Fons del Dahomey honran a los gemelos sagrados, a quienes llaman Hoho.

Por su parte, en Brasil y Cuba también se les rinde tributo por la influencia yoruba, mientras que en Haití sucede algo similar. Sin embargo, allí se debe a la presencia dahomeyana en ese país.

En Cuba, se considera que los Ibeyis son los protectores de niños y niñas. En este país, se representan a través de dos gemelos, uno varón y otro hembra, y se le viste uno de azul y blanco, y el otro de rojo y blanco.

Sin embargo, en la Regla Kimbisa del Santo de Buen Viaje reciben varios nombres, entre ellos Batunque Mpangui, Batotonki y Guanalune Lupangueri. Por su parte, en la Brillumba se les llama Mpungu, Majumbo Moungu, Msamba y Ntala; en Mayombe se les nombra: O Masa y Bsimba Kalulu. En lo que respecta a la Sociedad Secreta Abakúa, no se registra información sobre este asunto.

En los cultos de origen arará se les llama Marassa, mientras que en el Cabildo Iyesá se nombran como Ibeyis y Marassa. No utilizan collares y su símbolo es la inocencia. Se reciben pero no montan a sus hijos.

En Santo Domingo se les llama Marassa como en Haití, pero allí no son representados como divinidades propiamente dichas, sino que son dos gemelos que han recibido un poder extraordinario y eso los transforma en seres únicos, excepcionales. Debido a esto, los Ibeyis son capaces de hacer determinados milagros como provocar o detener la lluvia, curar enfermedades y adivinar el futuro. En Trinidad-Tobago se les llama Beji o Bélele.

Tienen igualmente la autoridad para hacer el daño, si así lo quieren, a aquellas personas que violenten sus deseos. Durante el sábado santo, la Epifanía o la Navidad, se les ofrece un tipo de comida que llama «comida-marassa».

En Brasil, en sentido general, se les conoce como los Gameos Ibeji, pero específicamente en Bahía se llaman Ibeje o solo Beje, y su fiesta es el 2 de septiembre. En el gigante suramericano se les rinde culto con un hondo sentimiento religioso. No es raro que se les dediquen misas en todas las iglesias, y que niños y niñas salgan a la calle a pedir limosna para la fiesta.

Durante ese día, las familias con posibilidades y las que no, les dedican los mejores platos de la muy famosa cocina bahiana. Estos manjares llevan por nombre cururus dos meninos o cururus dos santos.

En Bahía también existe un sitio muy famoso, el Candomblé de Flaviana, donde los ere hacen una fiesta especial. Esta celebración es la cuerda de los Ibeyis. En esta fiesta se ata una soga de un lado al otro de la casa y se colocan pedazos de caña de azúcar, frutas, un recipiente con dinero, entre otros objetos. Entonces las personas deben saltar para agarrar las cosas que penden de la soga hasta que la dejan sin nada. Los cultos a los niños es una celebración tradicional entre las personas más humildes de Bahía y su festejo tiene lugar mucho más tiempo fuera que dentro del Cambonblé.

Los Ibeyis hacen acto de presencia después de la manifestación de cualquier orisha, como un periodo de transición al estado normal. Esto es así porque, según los africanos, todo aquel que tiene santo, tiene además ere de los gemelos. La persona posesa por este ere, llegará a comportarse como un niño o niña con el fin de divertir a todos. En fiestas públicas se saludan con la expresión: «Lá-o».